Departamento de Humanidades UAM-AZC

Fuentes Humanísticas 56.- Fiesta y fandango.

Información de la Publicación

  Publicación : Fuentes Humanísticas
  Presentación : Alejandro Ortiz Bullé Goyri
  Titulo : 56.- Fiesta y fandango.

Número completo

 Resumen Presentación Dossier

El fenómeno festivo constituye una de las manifestaciones y expresiones más ricas y complejas en las civilizaciones humanas. Tanto que podría decirse que el ser humano podría definirse por la manera en que realiza sus festividades; ya sea de carácter religioso, cívico popular, o de simple y llano regocijo espontáneo.
La fiesta, el hecho festivo en general supone no sólo la celebración de algún acontecimiento singular en la vida de un lugar, sino también cumple con un número considerable de funciones en las relaciones sociales de una comunidad. Si bien se trata de una práctica social en donde sus participantes suelen salir a las calles a desahogarse de las penurias de la vida y a compartir la alegría de la existencia, también sus participantes salen a confundirse entre la muchedumbre para hacer alarde de autoafirmación de formación social y discursiva de la que proviene.
La fiesta implica la magnificación de los actos que rigen la vida cotidiana de los pueblos, con el fin de hacer estallar el gozo de la existencia. La fiesta resignifica la alegría los pueblos y renueva el espíritu que les ayudará a recorrer cada nuevo ciclo de la existencia en la vida social y económica de las comunidades. Durante el tiempo festivo los roles sociales suelen intercambiarse, lo masculino puede pasar a ser femenino, el gobernante pasa a ser súbdito, el pobre a rico, etcétera. Al menos por una vez en el año. Pero también suele ocurrir que durante las fiestas se convoca a las deidades o a los héroes míticos, o a los muertos. Y se convive con ellos de alguna manera. Se apaciguan las calamidades y la vida adquiere el lustre que a lo largo de las penurias cotidianas se ha ido perdiendo.
La fiesta es, en efecto, una ruptura con el tiempo productivo. Los participantes ingresan a un espacio-tiempo que no es el cotidiano y se insertan en un ámbito en donde lo simbólico se pone de manifiesto. La fiesta y los actos que en ella se realizan remiten, a un objeto que puede no estar en un espacio ubicado, el imaginario de los pueblos. Así, por ejemplo, durante las fiestas en Eleusis, en la antigua Grecia se representaba el misterio del encuentro de Perséfone con Hades; en el mundo cristiano, la fiesta de la natividad no sólo conmemora el nacimiento del redentor Jesucristo, sino que su espíritu inunda a la comunidad de creyentes, como si volviera a nacer cada 24 de diciembre y; entre los antiguos mexicanos los dioses encarnados en sacerdotes o cautivos se enseñoreaban por las plazas de las ciudades mesoamericanas durante su fiesta y solían bailarse danzas como el netotiliztli, en donde los ejecutantes bailaban arropados con los atavíos de los dioses. Pero hay siempre en la fiesta, un fenómeno liberador al mismo tiempo que un fenómeno de acción política y de control social. La fiesta puede subvertir el orden, pero sólo durante el espacio que le es dado; posteriormente la vida cotidiana y la disposición establecida recuperan su cauce “Vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas” –como dice la canción de Serrat, ni más ni menos.
Pero ante todo acto festivo ritualiza nuestros actos, los magnifica y permite que, al menos por un momento, podamos acercarnos a lo inefable, para convocar el renuevo de la vida, la regeneración de los ciclos de la existencia social, como de hecho ocurre con las fiestas de carnaval. Tiene, pues, un sentido contradictorio o dual. Por un lado libera de terrores y de la pesada carga de la vida a un conglomerado social, pero también resulta ser un eficiente medio de control, por parte de los aparatos ideológicos del Estado.
De manera que abordar esta expresión desde la perspectiva académica nos parece de gran importancia y de gran provecho para el conocimiento de prácticas sociales y culturales expresadas a través de este fenómeno. Aunque existen grandes estudiosos del fenómeno de la fiesta desde la perspectiva sociológica y antropológica, o de la historia cultural, y de la vida cotidiana; no hay muchos trabajos colectivos dedicados a su estudio, en donde se aborde a la Fiesta desde distintos saberes y disciplinas. Tal es el caso del presente número. Aquí nos hemos propuesto convocar a profesores-investigadores de diferentes áreas de conocimiento: literatura, historia, diseño, sociología, antropología, para reflexionar de manera colectiva y brindar así a quienes se interesan en su estudio una nueva categoría, con un enfoque académico y multidisciplinario, los estudios y reflexiones que puedan hacerse en torno de esta práctica social, tan arraigada a la cultura humana de todos los tiempos…

 Otros Números Publicados

ENLACES INSTITUCIONALES